Texto original publicado en el Kakoto el 1º de Octubre de 2007, rescatado por su escaso valor histórico.
Si una roca de hielo flotante ves acercarse
y crees que todos van a ahogarse
grita duro "ahí viene un iceberg!"
y como no sé que rima con iceberg
después llamarás al capitán
y también al timonel
y como verás que están
dormidos a granel
deberás despertarlos
y sin asustarlos
diles que se van a estrellar
contra un cubo gigante de hielo
que flota a la deriva en el mar
el capitán sin dudar un instante
y con nervios de acero
sin que se le mueva siquiera el pelo
pedirá que nadie se vaya a cagar
porque un pedazo gigante
de agua congelada con esmero
por el frío clima del ártico
contra el barco se va a estrellar
que todos aborden los botes
y que de insumos traigan los potes
y así la tripulación obediente
ponen a reguardo a la gente
mujeres, niños y hombres
y cuando cuentan los nombres
es menor de botes el numero
que de pasajeros y carga
así que un gentío se amarga
por que dicen "yo hasta aquí llego"
cuando el barco al final se hunde
y se congela la muchedumbre
unos gritan, otros se ahogan
pero al final de este peo
pandemónium, desastre
los que en los botes subirse logran
se salvan y pasan el lastre
y así los barquitos colapsan
y luego algunos, locos, se lanzan
para salvar a su gente
días después, entre la muerte
llega el rescate, y al final de la muerte a mansalva
te das cuenta que el protagonista no se salva.