Un urinario, es un dispositivo de pared que se utiliza para recibir desechos humanos líquidos. Comúnmente se le puede encontrar en lugares donde haya servicios sanitarios públicos, especialmente dentro de éstos, y casi únicamente en el de caballeros.
Quizás Ud. nunca haya visto uno, pero le aseguro que sí existen, y además me atrevo a decir que sé utilizarlos.
Por lo general puede encontrárseles como muestra la imagen, uno al lado de otro. A veces tienen más distancia entre sí, a veces menos; en ocasiones hay barreras de madera u otro material entre uno y otro, para ofrecer más “privacidad”. Lo que no saben los ingenieros, arquitectos y diseñadores de cuartos de baño (aparentemente, al menos), es que existe una regla por la que se rige cualquier hombre que entre a tan necesario lugar.
La regla es: un hombre NUNCA se sitúa justo al lado de otro en los urinarios(salvo en circunstancias especiales, muy raras, descritas en los apéndices A y B) a la hora de aliviar su necesidad biológica. Ello es debido a miles de años de evolución de la mente masculina en lo que a evitar situaciones sociales en las que la comparación o competición se refiere.
Todo lo anterior nos lleva a una situación—bien conocida por el querido lector, si es hombre y ha estado alguna vez en tal situación—que describo a continuación: El primer hombre en entrar a un cuarto de baño, escoge inmediatamente el urinario que esté más alejado de la puerta. El segundo, escoge el que esté más lejos del primero. El tercero escoge el que lo mantenga más alejado de los dos anteriores, y así sucesivamente, pero SIEMPRE dejando de por medio al menos un urinario de distancia del individuo más cercano.
Lo anterior significa que si hay, digamos, cinco urinarios, ordenados como A B C D E, primero se ocupará E, luego A, luego C y el que llegue luego tendrá que hacer cola o romper las sagradas normas, generando incomodidad y alienación a sus congéneres.
La eficiencia será del 60%. Irá disminuyendo conforme aumente la cantidad de urinarios, pero nunca será 50%
Sin embargo, la eficiencia se ve terriblemente reducida cuando hay un número par de urinarios, ya que siempre quedará un urinario extra sin utilizar. Pongamos el caso del cuarto de baño A B C D E F. Lógicamente, el orden de ocupación será: F –> A –> D (más alejado de la puerta) y… se acabó. El siguiente no puede ser B porque queda al lado de A, ni C porque estaría junto a D.
El baño más eficiente es aquel con un solo urinario. El de tres urinarios tiene una eficiencia del 66.6~%.
Al darme cuenta de todo aquello, decidí que tenía que hacer algo para ayudar a mis amigos ingenieros a solucionar el problema de calcular el número máximo de usuarios que pueden tener los cuartos de servicio dado del número de urinarios.
Y la respuesta vino en forma de la siguiente ecuación:
Dado que U sea número de urinarios, y H la cantidad máxima de hombres que pueden estar en el baño,
H = (U div 2) + (U mod 2)
Es decir, que H siempre será igual a la suma de la división entera de U entre dos y el resto de esa misma división.
Para el primer caso expuesto más arriba:
U = 5H=(5 div 2)+(5 mod 2)H=(2) + (1) = 3
Para el segundo:
Espero que le sea de suma utilidad esta información si es usted ingeniero, arquitecto o diseñador de baños.U = 6H=(6 div 2 ) + (6 mod 2 )H=(3) + (0) = 3